El asociacionismo entre los empresarios es muy importante, diría que fundamental para hacer posible una labor empresarial independiente pero que a su vez, debe ser escrupulosa con el cumplimiento de las leyes y por supuesto que tengan un beneficio final en la sociedad en la que se desarrolla.
Este es el fin que debe perseguir el Administrador, buscando siempre el equilibrio entre el Empresario, que no hay que olvidar que su fin es el beneficio económico y el Trabajador que lo hace para vivir lo mejor y mas cómodamente posible. Del equilibrio que se den entre las partes actuantes se beneficiara o perjudicara la sociedad.
El empresario de hoy tiene abierto dos frentes muy importantes. Por un lado los sindicatos que con el apoyo en la mayoría de los casos incondicional del administrador, cada vez le pone mas difícil a la empresa una buena gestión de los recursos humanos. Por otro lado está el Administrador que no deja de legislar dejando cada vez menos margen al empresario para poder hacer rentable una empresa.
En rarísimas ocasiones nos encontramos a un dirigente empresarial negociando de verdad, defendiendo los intereses empresariales. Al final de las negociaciones siempre acaban cediendo en prejuicio de la empresa.
Es necesario el asociacionismo, claro que si, Pero de nada vale o de muy poco, si no se generan formulas que garanticen, la posibilidad de que sus dirigentes se puedan acomodar o beneficiar del sillón.
Nuestros actuales dirigentes de las Asociaciones Empresariales son personajes más adecuados para la prensa del corazón y para las páginas de sociedad de los periódicos. Porque en las de economía, en raras ocasiones tienen protagonismo.
Cada vez que se sientan a negociar con sindicatos y administración, la pregunta de antemano que nos hacemos siempre es la misma; ¿cuanto van a ceder?
Por el contrario ahí tenemos a los sindicatos que defienden a cara de perro sus derechos y cada vez que se sientan a negociar, podemos hacer la misma pregunta de antes a la inversa ¿Cuánto beneficio va a restar a las empresas?
Por tanto, Si a las asociaciones, pero que no sean simplemente para dar cobijo a personajes afines al Administrador. Tenemos que trabajar sumando esfuerzo y en una misma dirección y de forma continuada, al menos, para poder negociar a la misma altura de los demás interlocutores económicos y sociales.
