Por fin se ha sincerado un alto
funcionario del Estado acerca de ese tan socorrido y falaz lema de que
«Hacienda somos todos». Pues no, no lo somos. Así lo ha reconocido la abogada
del Estado en el «caso Nóos», María Dolores Ripoll, para quien el eslogan tan
sólo tiene una finalidad propagandística: a saber, embaucar a los ciudadanos
para que agachen la cabeza y paguen mansamente sus tributos. A la postre, si
Hacienda somos todos, si lo que los nuevos publicanos nos arrebatan por la
fuerza se queda en un fondo común del que todos salimos beneficiados, ¿cómo
objetar, cómo protestar, cómo alzar la voz contra la confiscación tributaria?
Si Hacienda somos todos, todo queda en casa: cuanto mes a mes me arrebatan a
través del IRPF, del IVA, de las cotizaciones sociales, del IBI o de los muy
cuantiosos...
Juan Ramón Rallo