La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha
alertado a España de que las altas cotizaciones a la Seguridad Social, así como
los elevados impuestos sobre la renta, pueden estar contribuyendo al empleo
sumergido.
El informe destaca que las cotizaciones,
junto con el resto de impuestos sobre el trabajo, suponen el 58 % de los
ingresos totales del Estado, lo que califica de preocupante en un país en el
que la participación en el mercado laboral es baja y el desempleo alto.
En su último informe de diagnóstico sobre competencias en España publicado
hoy, la OCDE reconoce que ya hay resultados "alentadores" de algunas
de las medidas adoptadas por el Gobierno, que en el último año y medio ha
aprobado bonificaciones de las cotizaciones a la Seguridad Social para los
contratos indefinidos y los salarios bajos.
No obstante, señala que el régimen fiscal y la "estricta"
legislación laboral no ayudan a un país en el que la economía sumergida
representaba alrededor del 19 % del PIB en 2007, una tasa considerablemente
mayor a la de la mayoría de los países de la OCDE.
El organismo dice que afrontar este reto es complicado dadas las
"considerables" necesidades recaudatorias de España y puesto que el
sistema de la Seguridad Social debe mantenerse en una dirección fiscalmente
sostenible para afrontar el envejecimiento de la población.
La OCDE entiende que se necesitan medidas adicionales para incrementar la
contratación y fomentar la participación en la economía formal, y subraya que
hay "evidencias" de que una bajada de las cotizaciones sociales
podría alentar a empleadores y empleados irregulares a poner en orden su
situación.
El informe destaca que las cotizaciones, junto con el resto de impuestos
sobre el trabajo, suponen el 58 % de los ingresos totales del Estado, lo que
califica de preocupante en un país en el que la participación en el mercado
laboral es baja y el desempleo alto.
La organización añade que las altas cargas impositivas sobre el trabajo son
particularmente preocupantes en el caso de madres o padres solteros y en el de
quienes aportan al hogar un sueldo de apoyo.
Asimismo, subraya que la progresividad del sistema tributario supone un
desincentivo económico para los trabajadores de rentas más bajas a la hora de
ampliar sus horas de trabajo o de ascender, ya que cada euro adicional ganado
tributa de forma muy creciente.
El informe también señala que las reformas laborales introducidas desde
2012 están contribuyendo a flexibilizar un mercado laboral caracterizado por la
persistente dualidad entre trabajadores temporales y fijos, lo que ha
favorecido una mayor pérdida de puestos de trabajo durante la crisis.
"Una legislación estricta incrementa los costes de contratación y el
despido de los trabajadores. Para minimizar esos costes, los empleadores recurren
con frecuencia a los contratos temporales", apunta el estudio, que incide
en que antes de la reforma de 2012 era "relativamente difícil y
costoso" para las empresas despedir a empleados.
En este sentido, se apunta que las reformas han acercado el grado de
protección ofrecido a los indefinidos a la media de la OCDE, aunque los costes
asociados a los despidos improcedentes "siguen siendo todavía altos".
El estudio destaca que en España casi una cuarta parte de los trabajadores,
mayoritariamente jóvenes o de bajo nivel de cualificación, tienen contratos
temporales, frente al 12 % de media de la OCDE, y añade que sólo el 20 % de los
trabajadores con contrato temporal pasó a indefinido en un plazo de tres años,
en contraste con el 50 % de la media de los países europeos.
Sin embargo, subraya que los
flujos hacia el empleo indefinido "no son todavía lo bastante
intensos" como para compensar la actual segmentación por lo que hay
"un gran grupo de personas que quedan abandonadas a encadenar contratos
temporales", con bajos sueldos y pocas oportunidades de promoción.PUBLICADO EN EL PERIODICO EXPANSION