Estamos asistiendo estos días
al abuso de autoridad y carente del mas mínimo sentido de justicia del
ayuntamiento de Sevilla, alentado por el populismo barato, contra bares de copas de distintas zonas de
ambiente de la capital..
Llevamos treinta años
observando como los poderes públicos, con la colaboración de los padres han
destrozado, en muchos casos, el
hígado y el cerebro de nuestra juventud
fomentando la “botellona” La han institucionalizando en nuestra sociedad,
llegando a ser el acto más importante en el ocio juvenil. Los poderes públicos
han destinado incluso espacios público para que nuestra juventud se emborrache,
botellódromos, donde incluso ha habido conflictos con resultados de muerte.
Ya es un hábito de nuestra
juventud beber en la calle. Sin embargo nuestro poder político ante las
novedosas y ya ruidosas quejas vecinales, ha tomado de cabeza de turco a los
mencionados bares. Sin responsabilizarse de esta situación que es el resultado
de lo que han sembrado durante mas de treinta años.
No son los bares los que han
provocado esta situación. Ha sido la autoridad pública con su dejadez buscando
el voto de estos jóvenes. Ahora parece que tiene más atractivo el voto de los
vecinos y de ahí el cambio a la hora de actuar. Lo cierto y verdad es que quien
siembra truenos recoge tempestades. El problema es de difícil solución.
Necesita de actuaciones de gobernantes que gobiernen y dejen de hacer
populismo.
Faustino Tomares.