Son
las ultimas declaraciones de nuestro ministro de economía “el sistema
financiero español quedará limitado a nueve bancos”
Para
la mayoría, esta afirmación apenas tendrá transcendencia, pero la tiene y muy
importante.
He
comentado en muchas ocasiones de cómo la economía nacional ha quedado
oligopolizada en unos cuantos capitales privados que nuestros sucesivos
gobiernos se han encargado de institucionalizar. Las energías están en mano de
tres, los transportes igual, los medios de comunicación, la distribución
comercial, las telecomunicaciones, las constructoras etc. Queda claro, que de
economía liberal, nada de nada. Tenemos una economía entre lo socialista y lo
liberal. Liberal porque no la ejerce el gobierno y en teoría lo sería sino
fuera porque está en manos de unos cuantos capitales que consensuan todas las
estrategias a seguir y socialista porque está totalmente monopolizada aunque en
manos privadas. Nos hemos quedado con lo peor que puede soportar una economía
de un país, con lo peor del socialismo y lo peor del liberalismo, mezclado
entre ellas.
En
el caso concreto del sector financiero, esta nueva situación dará lugar a algo
parecido a lo que estamos sufriendo con las gasolinas. Se pondrán todos los
bancos de acuerdos para acabar de sacarnos hasta el último céntimo disponible,
en comisiones, intereses, condiciones leoninas de los créditos etc. etc. Darán
el servicio al cliente que mas le convenga a ellos en cuanto a abaratamiento de
costes, sin importarles las incomodidades o pérdidas de tiempo que pueda
suponer al cliente y por último lo mas grave, naturalmente, también se pondrán
de acuerdo en la morosidad de los clientes para transmitirla a los demás bancos. Es decir, esta situación en
vez de crear competitividad entre ellos, conseguirá justo lo contrario.
Ahondando
en todas esta circunstancias, hay un gran perdedor, que es ni más ni menos que
la economía española, ya que ese abuso de la banca se convertirá en menos
competitividad en el sector privado y por supuesto más pobreza.
Faustino Tomares