Este titular
pasa totalmente desapercibido. A los poderes reales y a las marionetas de
estos, los políticos, no les interesa que se debata sobre esta increíble
incongruencia. El mercado laboral español esta acaparado,
dejando al lado a la súper administración pública, de un lado, empresas
multinacionales constituidas en oligopolios de "productos de consumo
obligado" Eléctricas, telecomunicaciones, petroleras, banca, grandes empresas
de servicios (FCC, Correos, Ferrovial, EULEM, ACS etc.), Televisiones y Medios
de Comunicación, Renfe, Iberia, ADIF, AENA, etc. etc. y por otro lado los
Autónomos y Autónomos-PYMES, empresas de “no obligado consumo” que funcionan en
régimen de economía de mercado libre pero totalmente intervenidas por gobierno
y sindicatos.
Las multinacionales que conforman los oligopolios de
“productos de obligado consumo” gracias a la ordenación del mercado por
nuestros políticos, funcionan como monopolios en la práctica. Son tan pocas
empresas en cada sector que normalmente pactan precios, ofertas, modos de
servicio etc. A pesar de que existe La Comisión Nacional de la Competencia,
dependiente del gobierno, esta funciona de coartada de las multinacionales. De
vez en cuando sancionan a alguna de esas multinacionales con una cantidad de
dinero, enorme y escandalosa para el ciudadano pero que siempre es una cantidad
mínima al dinero estafado al consumidor. La prensa, parte de esta oligarquía,
airea muy estratégicamente la sanción. El número de empleos que ofrecen en
relación a los beneficios, es siempre infinitamente inferior proporcionalmente
al número que se ofrece en empresas fuera de esta oligarquía. Dado que los
clientes están obligados a consumir sus productos, la dirección optimiza al
máximo el trabajo de aquellos aún a costa de bajar la calidad del servicio. No
hace falta que se hable aquí, de la nula preocupación que tienen los
presidentes de esas empresas a que un cliente se le enfade. Bien por las
enormes colas, bien por los abusos en las tarifas, bien por el mal trato
recibido o por el peor servicio etc. Estamos obligados a volver o en el peor de
los casos a cambiar a otra empresa del sector que nos tratará igual o peor. Así
cada vez reducen más el número de puestos de trabajo, la calidad del servicio,
dado el régimen de monopolio en el que trabajan, no es necesaria. Cuántas veces
hemos llegada a una oficina de la banca, de correos, de Endesa etc. etc. y nos hemos encontrado cuarenta clientes por
delante y uno o dos empleados atendiendo, muchas veces.
Al otro lado con una filosofía totalmente contraria están las
pequeñas empresas que no trabajan en régimen de monopolios que por supuesto no
venden productos de obligado consumo y que además hay mil donde comprar. En
estas empresas la única garantía de éxito es que el cliente se vaya contento
para que vuelva. Les voy a decir como se consigue; Siendo amable con los
clientes, intentando vender más calidad y más barato que los otros miles de la
competencia, Intentando atender a los clientes con la mayor celeridad posible,
en definitiva dando el mejor de los servicios. Para esto tenemos que tener un
personal suficiente y motivado, más o menos, que no sea un número en la
empresa. Naturalmente este tipo de servicio muy lejano al que dan las
multinacionales es mucho más costoso. Hay días que hay más personal que
clientes y es por eso por lo que la última vez que vi los datos hace años, hoy
no sé donde verlos, la pequeña empresa empleaba cuatro trabajadores donde la
multinacional del mismo sector necesitaba “uno” hoy puedo asegurar que la
relación es superior de cuatro a uno. Así que con esta simple regla los
pequeños dan más de cuatro veces más trabajo que los grandes. Así y todo cada
vez es menor el número de trabajadores en el mercado. Ello es debido a que las
multinacionales están copando más sectores empresariales.
Y ahora la pregunta del millón “como es posible que se de
esta situación” Lo de siempre, llevamos veinte años o más en que nuestra
administración pública no deja de legislar para dificultar la viabilidad a la
empresa pequeña y que beneficia a las grandes. En la gestión de la burocracia
es en lo único que las grandes multinacionales ganan a las pequeñas empresas. Hoy no se sanciona a los pequeños por
infracciones, raramente las hay, hoy se sanciona por “defectos en burocracia en
prevención” de: sanidad, riesgos laborales, vigilancia de la salud de los
empleados, papeles de la administración mal gestionados, defectos en relaciones
laborales que para nada afectan en estas etc. etc. Hoy un pequeño empresario
tiene que dedicar más energías a gestionar papeles que a la gestión de la
propia empresa y eso después de tener que pagar a una gestoría.
N.P. yo soy un
autónomo de toda la vida e hijo de autónomo, quizás por la gran experiencia que
tengo, de por explicadas algunas cosas que no lo estén. Pero quedaría encantado
de explicarlo a quien no lo entienda. Mi correo es ff@frutasfaustino.com
Faustino
Tomares. Presidente de PYMES y Autónomos de Tomares.