En la contraportada del ABC
empresas, de ayer domingo, día 10 de los corrientes (que no he podido encontrar
en el diario en internet, igual que me ha sucedido con otros, contrarios a la
línea política y económica del gobierno) viene un artículo de Guy Sorman donde
el autor hace varias reflexiones, fuera del establisment que gobierna Europa, motivando la razón por la que el
pueblo italiano, no ha votado al tecnócrata Mario Monti y sí a Silvio
Berlusconi.
Mario Monti, es un economista cualificado
sin discusión alguna. Que nunca fue elegido por el pueblo italiano y que solo fue un tecnócrata, al que la clase
política, desamparada por su propia deuda, pidió auxilio. Tecnócrata dotado de
actitudes para seducir a los expertos, a los eurócratas (bien comidos y
bien bebidos) al banco de Fráncfort y al
gobierno alemán pero con una política de austeridad incomprensible para el común de los
mortales.
Berlusconi, la
clase política no lo quiere, se encuentra en perfecta sintonía con gran parte
de la sociedad italiana y especialmente con el mundo de los pequeños
empresarios que se reconocen en él. Estos pequeños empresarios aborrecen la
burocracia, los reglamentos y el fisco (como todos los del mundo) y constituyen, sin embargo, la espina
dorsal de la economía italiana. Sin estos miles de empresarios diseminados por
todo el país, Italia estaría igual que hace cincuenta años. La economía
italiana, debe su éxito sin lugar a dudas, a este grupo social y casi nada al
estado.
Los europeos
desean ahora, una política económica que sea comprensible y eficaz. El
equilibrio de los presupuestos públicos, o mejor, una limitación o incluso una
reducción. El aumento de los impuestos, solo puede destruir empresas y empleo.
Pero es más fácil aumentar los impuestos que reducir el gasto público.
Por lo tanto, los
italianos al final se han hecho un favor a sí mismos y se lo han hecho a todos
los europeos, si se entiende su mensaje y si nace un pensamiento económico para
Europa, que se renovaría y sería legítimo y eficaz.
Como he dicho
antes, este artículo, viene en la contraportada del suplemento del ABC
“Empresas” y además no lo he podido encontrar en el diario de internet…Termino:
En
España, los Autónomos, estamos
acostumbrados a tragar con todo lo que nos imponen, no nos unimos, no tenemos
fuerza. Seguramente, mucho voto nuestro es responsable de que hoy gobierne
Rajoy, pensando que este señor, al que se le llenaba la boca hablando de los
Autónomos, nos iba a ayudar. Tras el chasco que nos hemos llevado, haber si hay
suerte y en las próximas elecciones al igual que en Italia se presenta un
partido cuya prioridad fundamental sea la defensa de las PYMES y del Autónomo y
pasa algo parecido a lo que ha pasado en el país transalpino.
Faustino Tomares. Frutero de
profesión.