lunes, 27 de agosto de 2012

EL ENGAÑO DE LAS MULTINACIONALES EN ANDALUCIA

No dejamos de leer noticias en los medios, referente a las grandes multinacionales que operan en España. Curiosamente y a pesar de la crisis todas siguen creciendo, cosa del todo incierto, excepto en algún caso. Ya se ocupan estas de que en estos medios, solo publiquen los apartados en los que de forma sesgada más o menos, pueden decir que han crecido. Naturalmente tiene muy fácil explicación, estas multinacionales son los mayores clientes en publicidad de los medios de comunicación, por lo tanto no solo no publican nada que les pueda perjudicar sino que en muchos casos dan las noticias orientadas siempre a buscar lo que les pueda beneficiar. Estamos habituados a ver como la administración pública aquí en Andalucía desarrolla y paga con dinero público, infraestructuras orientadas a mejorar los accesos a las grandes superficies. Aquí en Tomares y Castilleja, tenemos un caso muy notable con el IKEA. Cuando se implantó esta gran superficie se le construyeron dos nuevos puentes para mejorar los accesos a la nueva tienda. Paso el tiempo y ante el colapso que provocaba en la autopista, la entrada y salida de sus clientes a la tienda, nuevamente, la administración pública le construyó otro puente. A día de hoy al parecer se va a modificar el trazado de la SE-35 o SE-40 no recuerdo, para hacer más fácil el acceso al nuevo IKEA que van a construir en el aeropuerto. Naturalmente, sufragado por dinero público. Estas situaciones, fuera de Andalucía serían del todo imposibles. En cualquier otro lugar de España, no digamos de Europa. Cualquier multinacional que se quiera implantar en cualquier población, lo primero que tiene que hacer, es crear y pagar infraestructuras para que el nuevo flujo de vehículos no afecte a lo ya existe e incluso lo mejore, además de optimizar todo tipo de acceso incluidos los peatonales. Así lo tienen legislado. Esta es una de las razones, quizás la más importante para que exista la saturación de grandes superficies en Andalucía, muy al contrario de lo que sucede en el resto de España y de Europa.