PERO NO LA QUE LE DIERON A ZAPATERO
Llevamos, según a quién oigamos, unos años más menos metidos en una crisis económica mundial. En esto último sí se ponen da acuerdo (no lo entiendo) todos los poderes que tienen influencia en la sociedad ya sean económicos, políticos, sociales e incluso informativos.
Yo, sin embargo, que no pertenezco a ninguno de esos poderes, por más que miro, no veo crisis económica por ninguna parte, salvo en los países latinos europeos ya conocidos de sobra y que son Grecia, Portugal, Italia y España y alguno más que no afectan a la economía de Europa. Paso a explicarme: Tenemos en el mundo, los países denominados “emergentes” que crecen a un ritmo del diez por ciento de media , e incluso, en algunos casos mucho mas como por ejemplo China, Brasil, India, las dos Coreas etc.etc. En Sudamérica el crecimiento es general con Brasil anteriormente nombrado, seguido de Argentina que en pocos años ha pasado de la banca-rota “el corralito” a estar creciendo a un nueve por ciento. En Asia ya se ha nombrado a China, India, Corea además de otras que no recuerdo, incluyendo a Japón que después de muchos años crece a un seis por ciento. Por último nos quedamos en Europa donde salvo los países ya mencionados que han general han gastado muy por encima de sus posibilidades, una buena parte de ellos crecen a ritmo normal, tales como Francia, Alemania e Inglaterra y otros, de la Europa del Este de forma importante como son Rusia y Polonia.
A partir de aquí, paso a desarrollar lo que aprendí en mi clase de economía de dos horas:
La crisis solo se da, en los países que sencillamente sus gobiernos han estado despilfarrando toda la riqueza que producían e incluso se han endeudado hasta llegar a la situación actual. La consecuencia ha sido que “todo el crédito disponible por cada uno de estos países, ha sido absorbido por las correspondientes administraciones públicas quitándoselo a las empresas privada y provocando el estrangulamiento de la economía nacional”. Las Administraciones han generado gastos muy superiores a los razonables con el fin de “intervenir” lo más posible a la sociedad, acabando así con el crédito necesario para las inversiones productivas. La riqueza de un país no la crea el gasto público, por mucho que nuestros administradores insistan en ello e incluso alguno lo pueda creer. La riqueza se crea a través de Investigación y Desarrollo ya sea desde el sector público o desde la empresa privada por un lado y por la puesta en valor de los productos producidos por estas últimas de otro lado.
Tenemos un sector privado más que suficiente para sacarnos de la situación actual, solo hace falta que pierdan el lastre actual, provocado por el despilfarro de la administración pública que por supuesto tiene que ser costeado por aquellas. Esperemos que el señor Rajoy tenga lo que hay que tener para acabar con ese lastre, ya saben Subvenciones de todo tipo y del todo innecesarias, Televisiones que rayan lo absurdo y súper despilfarradoras, Multiplicidad de Organismos Públicos etc.etc y lo más importante de todo, borrón y cuenta nueva en la legislación laboral.